martes, 19 de julio de 2011

RIO CHILLAR

Dicen que no hay dos sin tres, y como no podía ser menos, el pasado domingo llegó la 3º edición del Río Chillar. Allí nos encontrábamos dispuestos, cuatro osados aventureros, en busca de nuestro objetivo: llegar a la presa. Y debo decir que lo conseguimos superar con creces.

Este año con más agua que otros lo ha hecho más emocionante, es un río que no tiene descanso y que te va divirtiendo en el transcurso del mismo. Sobre las 11:30 empezaba nuestra travesía. Tras dejar el coche atrás empezamos a caminar, ya desde un principio viendo los coches que había algo nos decía que en el río iba a estar llego de gente y así fue. Fue en la catarata a medio camino entre el inicio y la presa donde se conglomeraba el gentío, la afluencia de personas en el río estos último años ha crecido en demasía hasta el punto de que pueda ser que restrinjan en un futuro la entrada al mismo. Este punto es la meta de muchas de las personas que acuden al río, ya que el camino después de la catarata es más complicado en un principio, pero ahí nuestro asombro cuando bastante más arriba vimos a una abuelo en una forma que muchos querremos tener cuando tengamos su edad.


Ya sobre las 14:30 acechaba el hambre, aún nos quedaba una media hora para llegar a la presa. Después de descansar un rato y reponer energías reemprendimos la marcha, la presa estaba cerca. Tuvimos que salvar un obstáculo natural de unos 3 metros de altura, para
a continuación llegar a la presa, nuestro objetivo estaba conseguido, pero lo mejor estaba por llegar.


En la 2º Edición ya conseguimos llegar a la presa pero la alberca que se sitúa junto a la presa, tenía el agua estancada y estaba sucia, no pudiendo disfrutar de ella. Este año sí!! No estabamos muy seguros de bañarnos allí, tras unos instantes tomamos la mejor decisión. Al agua pato!!!!


Tras disfrutar del baño y realizar un amplía exhibición de como saltar al agua emprendimos el camino de vuelta.
El camino de vuelta se hace más rápido y es cuando te das cuenta de todo lo que has subido. Como no podía ser menos la vuelta también fue divertida, empezando por el descenso coordinado del obstáculo natural de unos 3 metros de altura y terminando por el disfrute de algunas pozas y cataratas.


Debido a las fantásticas condiciones naturales del río lo hacen atractivo para pasar un día agradable, aunque la paliza que te pegas es buena. Para terminar una foto en la catarata principal que viene siendo un clásico.